http://burgosconecta.es/2015/03/17/sagrada-familia-apuesta-por-el-aprendizaje-en-cooperativo/
Sagrada Familia apuesta por el aprendizaje en cooperativo
El colegio concertado trabaja en la aplicación de la nueva metodología educativa basada en las inteligencias múltiples
La apuesta del SAFA es su formación bilingüe, mejorada este curso con la implantación del modelo de Cambridge
El centro ampliará sus instalaciones con la construcción de un nuevo polideportivo y aulas para usos múltiples
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La nueva propuesta educativa se implanta progresivamente. MGC
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Llegar a clase, sentarse en un pupitre, escuchar las explicaciones del profesor, preguntar dudas, apuntar los deberes y pasar a la siguiente asignatura es cosa del pasado. La enseñanza ya no consiste en memorizar fechas, títulos, fórmulas, teorías o conceptos, siguiendo los modelos más arcaicos del sistema educativo. Ahora se apuesta por fomentar que los alumnos razonen, deduzcan, investiguen y reflexionen, con el apoyo lógico de los profesores, pero de manera autónoma. Es más, las nuevas estrategias pedagógicas promueven lo que se conoce como aprendizaje cooperativo.
De eso saben mucho en el Colegio Sagrada Familia de Burgos (SAFA), donde comienzan a trabajar en la implantación de este nuevo modelo educativo. Se parte de la base de la existencia de inteligencias múltiples, lógico-matemática, lingüística, interpersonal, intrapersonal, visual, musical…, explica el director, José Antonio Tecedor. Cada uno de nosotros estamos más capacitados para desarrollar una o varias de esas inteligencias, y es fundamental potenciar esos desarrollos. No se trata de abandonar el resto, sino de sacar el máximo partido a nuestras habilidades innatas, y es ahí donde entra en juego el aprendizaje cooperativo.
Los pupitres son sustituidos por las mesas de equipo. MGC
Los alumnos trabajan en grupo, y a partir de la materia, tema o tarea que establece el profesor, se organizan para investigar, analizar y estudiar, cerrando el ciclo de aprendizaje. “La teoría dice que se aprende más fácilmente, porque es más divertido y el niño está muy motivado”, asegura Tecedor. Y es que, salvo las indicaciones previas y la resolución de dudas, el profesor no interviene en el proceso, lo que da más libertad y confianza al alumnado, al mismo tiempo que permite que cada uno de los estudiantes aporte, reforzándolas, sus competencias innatas.
“Supone dar un vuelco a todo el sistema educativo”, reconoce Tecedor. Lo más positivo del modelo es que los niños que menos motivados llegan a clase o que tienen mayores dificultades, son los que presentan “una notable mejoría”. En Sagrada Familia han analizado a fondo el aprendizaje cooperativo y, gustándoles el modelo, han decidido implantarlo, si bien será de manera progresiva, ya que es un proyecto a medio-largo plazo.
Los cambios bruscos nunca son buenos, insiste el director, sobre todo cuando el modelo actual funciona, como así lo demuestran los últimos datos del Informe PISA, en el que el SAFA supera a todas las medias de Castilla y Léon en Matemáticas, Lectura y Ciencias. De ahí que hayan comenzando en este curso académico planteando algunas asignaturas y algunos temas en trabajo cooperativo. Mientras, siguen formando al profesorado, a través de una empresa especializada.
Cuenta dos dos profesores nativo, uno americano y otro británico. MGC
La era digital
Sin embargo, el aprendizaje cooperativo no es la única novedad educativa de Sagrada Familia. Como en otros centros escolares, se apuesta también por la utilización de materiales docentes en formato digital. A este respecto, José Antonio Tecedor insiste en que “hay que hacer un cambio tremendo en la educación porque tenemos niños del siglo XXI”, para los que lo digital forma parte intrínseca de su día a día. Además, comprobado está que los alumnos son incapaces de prestar atención a explicaciones puramente teóricas durante más de cinco minutos.
“Podrán estar callados, mirándote, pero ya no te siguen”, asegura Tecedor. Y ahí es donde el material audiovisual juega un papel muy interesante, porque motiva a los chavales, haciendo que presten una mayor atención e incrementando las posibilidades de aprender. De nuevo, la adaptación a la competencia digital, que lógicamente es mucho más que las pizarras digitales, se debe de hacer de manera progresiva. Formando al profesorado, “bastante motivado”, y convenciendo a los padres de los beneficios de la nueva metodología, que bien empleada es una herramienta clave para la educación de sus hijos, insiste.
La baza del bilingüismo
Si en algo destaca el Colegio Sagrada Familia de Burgos es en su formación bilingüe Español-Inglés, que se trabaja desde el inicio de la etapa escolar. Los alumnos de Infantil reciben tres horas de inglés a la semana y, a medida que se avanzan en curso se incrementa también la presencia de este idioma en el currículo académico, hasta el máximo de nueve horas que permite la Ley, distribuidas entre Inglés, Science y Educación Física/Música/Plástica. Se cuenta con un auxiliar de conversación para 1º, 2º, 3º y 4º de Educación Primaria, y dos profesores nativos para el Tercer Ciclo de Educación Primaria, ESO y BACH.
“Nos parecía importante contar con personas nativas, para apostar por la pureza del lenguaje en la conversación”, explica Tecedor. Además, recuerda que esta faceta del bilingüismo se ha reforzado este año con la implantación del modelo de aprendizaje de Cambridge como materia curricular. Se trata de un modelo “bastante eficaz”, asegura el director, que guía toda la enseñanza del idioma y que ha comenzado a utilizarse en 1º y 3 de Primaria, para pasar a 2º y 4º en el próximo curso. Además, cuentan con una extraescolar orientada en el mismo sentido.
En este caso, “a la vez que refuerzan el inglés, pueden obtener una titulación oficial”. Y es que, aunque el SAFA no es centro examinador de Cambridge, al estar implantado su modelo educativo se cuenta con la ventaja de poder realizar exámenes oficiales en las propias aulas, con examinadores que se desplazan al centro. De este modo, curso a curso, los alumnos van obteniendo las titulaciones, sin necesidad de acudir a la Escuela Oficial de Idiomas o tener que presentarse por libre en los exámenes que anualmente se realizan, destaca el director de Sagrada Familia.
Y todo este aprendizaje del inglés se refuerza con muchas otras actividades, como el proyecto de inmersión lingüística que este año van a estrenar en Palencia con alumnos de 4º de Primaria; días temáticos (Book Faire, Halloween…), teatro…; los programas de intercambio, tanto con centros deInglaterra como de Francia, dado que el francés es el segundo idioma del centro. Experiencias todas ellas enriquecedoras, insiste José Antonio Tecedor, que se suman al propio currículo que ofrece el SAFA.
Homenaje al fundador de la congregación. MGC
Educación de proximidad
Como colegio concertado, la oferta educativa de Bachillerato es privada, pero “es una etapa a la que damos una atención especial”. Y es que se trabaja con alumnos que, tras muchos años en el centro, están a punto de dar un gran salto educativo y personal: la universidad. “Es una decisión importante que va a marcar sus vidas”, asegura Tecedor, y eso requiere un trato personalizado: aula de estudio para fomentar el hábito de trabajo, técnicas de estudio, clases de refuerzo, acompañamiento personal, orientación universitaria…
También se habla mucho con las familias, que es otra de las características de SAFA que gusta a los padres. El director reconoce que los nuevos siempre destacan esa relación cercana entre profesores, familias y alumnos. Y lo mismo ocurre con el comedor (que tiene cocina propia, frente al cátering frío que tanto se lleva ahora). A la formación cristiana que reciben los alumnos, a través de actividades complementarias organizadas desde el Departamento de Pastoral, se le da una gran importancia ya que ahí está el sentido profundo del centro: celebraciones, convivencias, grupos cristianos, educación en la solidaridad,… y un Centro Juvenil, que abre los sábados de 17:30 a 21:00, con billares, videojuegos, chuches…, para ofrecer un alternativa de ocio saludable a los chavales.
Y por fin llega la ampliación
Proyecto y terreno ya están preparados, ahora toca comenzar las obras. MCG
Por todo ello, el Colegio Sagrada Familiaes uno de los más demandados en Burgos. Cuenta con 743 alumnos y 45 profesores, además de programasmadrugadores y continuadores, dada su jornada continua de 9:00 a 14:15. Y aunque sus instalaciones están utilizadas al “máximo”, hace tiempo que se contempla la necesidad de una ampliación. Cuentan con un pre-proyecto que pasa por construir un nuevo edificio, con un gran polideportivo y una zona de aulas, en el terreno que se encuentra justo en frente del centro escolar, ubicado en la Plaza 2 de Mayo, junto a ‘El Plantío’.
Tras ocho años de espera, en los que han tenido que ajustarse también a los cambios de los planes generales de ordenación urbana de la ciudad, parece que el proyecto se convertirá en una realidad en breve. Antes del verano, según explica José Antonio Tecedor, quieren comenzar las obras, cuyo plazo de ejecución es de año y medio. Reconoce que, si bien tienen claro que se construirá un polideportivo, aún no se ha definido el uso que se le dará a la zona de aulas.
Una vez mas, y esperemos que no sea la última, Burgos estará representada por una antigua alumna del Colegio la Safa de Burgos: Lorena San Martín Cuende, que comenzó en el colegio en la etapa de infantil y finalizó en 2º de bachillerato. ¡media vida nos dice Lorena!
¡Enhorabuena de la familia Safa!
Jean Paul Sartre, Charles Bukovski y Franz Kafka se pasean por Anomalía humana de la mano de su creadora, Rebeca Valenciano, pero sin buscar protagonismos, sin acaparar los focos, sin pretender condicionar la lectura de los espectadores de esta exposición que ocupa la Sala Código UBU hasta el 17 de noviembre, sin inmiscuirse en sus pensamientos ni perseguir elevadas reflexiones. El polifacético pensador francés, el gran escritor checo y el poeta norteamericano se suman al juego entre la realidad y la ficción que propone la autora en la que es su primera muestra individual en su ciudad tras un tímido paso por las paredes del bar Babia.
Anomalía humana es una colección de dibujos que en realidad son un puñado de metáforas creadas con rotulador. A ratos y salvando muchas distancias, la obra de Rebeca Valenciano recuerda la del fotógrafo Chema Madoz. La joven pintora se recrea en la anatomía humana, con un perfeccionismo al estilo de las láminas científicas del siglo XIX -reconoce tener esta estética como referencia-, que rompe con la inclusión de realidades que aparentemente nada tienen que ver con ella, pero que juntas provocan una figura poética, mágica y brutal.
Un corazón y un cráneo colocados como la cabeza de dos cerillas; largos huesos colocados en posición de disparar como una escopeta cargada; Séptima costilla de caballería...
Valenciano afirma que el marco teórico es un tanto existencial, pero prefiere que sus dibujos vuelen libres de corsés. «Cada uno tiene su forma de entender la belleza. A mí mucha gente me dice que mis dibujos son muy macabros y oscuros, pero si le quita las etiquetas igual puede ver algo más allá», sostiene y abre la puerta a tantas lecturas como personas se pongan delante de ellos.
¿Cuál es la suya? «Para mí son ficciones, me gustan las luchas interiores, son metáforas, cada uno tiene su problema y su solución y está dentro de nosotros, pero tampoco quiero que sea muy pretencioso, no dejan de ser dibujos que juegan con ficciones y que están buscando una parte estética y poética, olvidándose un poco del significado», responde la pintora, para quien la exposición entera, desde el título, es un juego.
También la técnica utilizada de alguna manera lo es. Todas las obras son a rotulador de distintos grosores. A ellos ha llegado instigada por sus inquietudes creativas.
«Estoy buscando el punto de encuentro entre algo más pictórico, que es lo que siempre he trabajado, y esto. Mezclo técnicas, en algunos ya he metido carboncillo para sombrear y supongo que algún día introduciré color o alguna otra técnica», asegura y admite la influencia del tatuaje, que aprendió a realizar durante sus años en Madrid, donde estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense. «Veo muchas similitudes entre las agujas que se usan y mis rotuladores», observa y adelanta que su punto de mira ahora está en el grabado. Cree que sus trazos son ideales para pasarlos a plancha y se ha ilusionado tras saber que Espacio Tangente tiene un tórculo.
Un frente más que se abre en la carrera de esta joven burgalesa de 24 años, ilustradora de libros, de carátulas de discos y de ropa, que con Anomalía humana reivindica el dibujo y la pintura, a los que se mira como disciplinas trasnochadas en el arte contemporáneo, donde brillan como estrellas otras como la performance o el género audiovisual.
Rebeca Valenciano, con toda su juventud, las defiende sin condición. Eligió la pintura como especialidad y considera que es la esencia del arte. «Si mañana se acaba el mundo y al día siguiente resurge, alguien hará un garabato. Un dibujo es casi lo primero que hace un niño. Hay que reivindicarla», reitera. Ella lo hace con esta exposición.
Nuestra felicitación a Rebeca Valenciano, antigua alumna del Colegio Sagrada Familia de Burgos.
La burgalesa Rebeca Valenciano debuta con ‘Anomalía humana’, una muestra realizada con rotulador que juega con la realidad y la ficción en la Sala Código UBU hasta el 17 de noviembre
Jean Paul Sartre, Charles Bukovski y Franz Kafka se pasean por Anomalía humana de la mano de su creadora, Rebeca Valenciano, pero sin buscar protagonismos, sin acaparar los focos, sin pretender condicionar la lectura de los espectadores de esta exposición que ocupa la Sala Código UBU hasta el 17 de noviembre, sin inmiscuirse en sus pensamientos ni perseguir elevadas reflexiones. El polifacético pensador francés, el gran escritor checo y el poeta norteamericano se suman al juego entre la realidad y la ficción que propone la autora en la que es su primera muestra individual en su ciudad tras un tímido paso por las paredes del bar Babia.
Anomalía humana es una colección de dibujos que en realidad son un puñado de metáforas creadas con rotulador. A ratos y salvando muchas distancias, la obra de Rebeca Valenciano recuerda la del fotógrafo Chema Madoz. La joven pintora se recrea en la anatomía humana, con un perfeccionismo al estilo de las láminas científicas del siglo XIX -reconoce tener esta estética como referencia-, que rompe con la inclusión de realidades que aparentemente nada tienen que ver con ella, pero que juntas provocan una figura poética, mágica y brutal.
Un corazón y un cráneo colocados como la cabeza de dos cerillas; largos huesos colocados en posición de disparar como una escopeta cargada; Séptima costilla de caballería...
Valenciano afirma que el marco teórico es un tanto existencial, pero prefiere que sus dibujos vuelen libres de corsés. «Cada uno tiene su forma de entender la belleza. A mí mucha gente me dice que mis dibujos son muy macabros y oscuros, pero si le quita las etiquetas igual puede ver algo más allá», sostiene y abre la puerta a tantas lecturas como personas se pongan delante de ellos.
¿Cuál es la suya? «Para mí son ficciones, me gustan las luchas interiores, son metáforas, cada uno tiene su problema y su solución y está dentro de nosotros, pero tampoco quiero que sea muy pretencioso, no dejan de ser dibujos que juegan con ficciones y que están buscando una parte estética y poética, olvidándose un poco del significado», responde la pintora, para quien la exposición entera, desde el título, es un juego.
También la técnica utilizada de alguna manera lo es. Todas las obras son a rotulador de distintos grosores. A ellos ha llegado instigada por sus inquietudes creativas.
«Estoy buscando el punto de encuentro entre algo más pictórico, que es lo que siempre he trabajado, y esto. Mezclo técnicas, en algunos ya he metido carboncillo para sombrear y supongo que algún día introduciré color o alguna otra técnica», asegura y admite la influencia del tatuaje, que aprendió a realizar durante sus años en Madrid, donde estudió Bellas Artes en la Universidad Complutense. «Veo muchas similitudes entre las agujas que se usan y mis rotuladores», observa y adelanta que su punto de mira ahora está en el grabado. Cree que sus trazos son ideales para pasarlos a plancha y se ha ilusionado tras saber que Espacio Tangente tiene un tórculo.
Un frente más que se abre en la carrera de esta joven burgalesa de 24 años, ilustradora de libros, de carátulas de discos y de ropa, que con Anomalía humana reivindica el dibujo y la pintura, a los que se mira como disciplinas trasnochadas en el arte contemporáneo, donde brillan como estrellas otras como la performance o el género audiovisual.
Rebeca Valenciano, con toda su juventud, las defiende sin condición. Eligió la pintura como especialidad y considera que es la esencia del arte. «Si mañana se acaba el mundo y al día siguiente resurge, alguien hará un garabato. Un dibujo es casi lo primero que hace un niño. Hay que reivindicarla», reitera. Ella lo hace con esta exposición.
Nuestra felicitación a Rebeca Valenciano, antigua alumna del Colegio Sagrada Familia de Burgos.
